Durante los siglos XVII y XVIII se produce la repoblación del Campo de Cartagena, que se encontraba escasamente poblado y en este proceso los núcleos que se iban formando tomaron el nombre de las familias de los nuevos pobladores. Un ejemplo muy practico de esto es la zona por la que transcurre esta ruta: el Cabezo Negro y que para diferenciarlo de los otros cabezos con igual denominación recurro a localizarlo junto a estos núcleos poblados. Así alrededor de estos tres cabezos tenemos los siguientes: Los Cañavantes, Los Bullas, Los Jaleos, Los Pérez de Arriba, Los Aguados, Los Carmonas, Lorenzales ...., que dan prueba de esto.
Sin embargo los nombres de los cabezos, probablemente por que su denominación fue anterior, se centraron en los colores que predominaban en los mismos, esto es en su geología. Realmente es un capricho de la naturaleza que en tan escaso territorio exista una alternación de materiales tan diferenciada para que exista un cabezo blanco, seguido de uno negro y terminar en otro blanco. No esperes un blanco “Ariel” pero lo cierto es que desde la distancia se ve perfectamente como predomina un color sobre el otro, sin embargo pisando el terreno verás como se alternan existiendo los materiales en estratos de ambos colores.
Dichas tonalidades vienen dadas por los basaltos alcalinos de que se componen y que tienen su origen en la última fase de la actividad magmática del sureste español, en torno a 2,8-1 millones de años, en lo que se considera la ultima fase del vulcanismo.
Son rocas volcánicas de color pardo oscuro, poco cristalizadas, no obstante es característico de los afloramientos de basaltos la abundancia de rocas de muy distinta naturaleza, tanto del manto, como de la corteza terrestre, arrancados y transportados por el magma en su ascenso hacia la superficie. Bien rocas ultra básicas (hornablenditas y peridotitos de tipo lherzolita) o de rocas metamórficas (esquistos, cuarcitas, granulitas), motivo que justificaría la variedad cromática de estos cabezos
El volcanismo de esta zona fue de tipo estromboliano, es decir, con erupciones donde se emitieron materiales piroclásticos y coladas de lava de escasa potencia. Uno de los mejores conservados y es el Cabezo Negro de Tallante, vecino muy cercando del Cabezo Negro de los Cañavates, con denominación de Lugar de Interés Geológico, junto con otro Cabezo Negro el de La Torre de Nicolás Pérez. Respecto del Cabezo Negro de los Cañavates destacar que tiene una poco frecuente colada de barro.
Este no fue un fenómeno local sino que se presentan en otros lugares mediterráneos, desde Marruecos hasta Francia y consistió en un ascenso de una mega falla generada por el empuje entre África y Eurasia de finales del Mioceno hasta la actualidad, favoreciendo la expulsión de magma.
Aunque me tenia reservado daros a conocer el Garbancillo de Tallante (Astragalus nitidiflorus) para cuando realice la subida al Cabezo Negro de Tallante, lugar donde se encontró después de haberse creído extinguido, resulta que gran parte de esta ruta coincide con una propuesta por la Asociación encargada de la divulgación del mismo. Y es que resulta que las principales poblaciones naturales donde se localiza actualmente dicha planta son el Cabezo Negro de Los Cañavates (o de los Pérez), El Cabezo Blanco y el Cabezo Negro de Tallante, (por orden de abundancia) no en las montañas, sino en las tierras de cultivo que hay a su alrededor y que su hábitat natural.
Hasta tal punto no pensé en la citada planta que habiendo pasado por uno de los principales lugares donde se puede localizar, unos campos de cultivo de la ladera noroeste del Cabezo Negro, no lo vi o por lo menos no me percaté de su presencia, como descargo, además de que no lo buscaba, en esta época estival suele tener un tamaño más pequeña la planta.
Amante de las tierras volcánicas cartageneras -basaltos alcalinos-, su capacidad de fijar nitrógeno le facilita la conquista de estos suelos pobres, aunque siempre en terrenos previamente dedicados al cultivo de secano. Precisamente por este motivo, el mantenimiento de las actividades tradicionales agropecuarias -cultivo de almendro, algarrobo y olivo, y ganadería extensiva- se hace imprescindible para la conservación del nicho ecológico del garbancillo de Tallante, que las reforestaciones del proyecto Life han permitido su introducción en otro cabezo, la Loma de Pelarán.
Aunque no soy un fanático de la flora, lamento no haberla localizado y fotografiado, queda para otra ocasión y aunque existe un sin fin de información sobre la misma en la red te enlazo un par de sitios: una ruta y una información para niños.
Admiro el empeño que los científicos, universidades, administraciones y demás organismos y especialistas en la materia han puesto en la recuperación de esta planta y me congratulo. Y aunque sé que es función de los investigadores poner todos sus esfuerzos en salvar las especies raras o en peligro de extinción (garbancillo de Tallante, manzanilla de Escombreras, Jara de Cartagena ...) entiendo que dichas actuaciones, que se llevan una gran parte del pequeño pastel del presupuesto medioambiental, deberían de complementarse con el fomento y mantenimiento de especies autóctonas arbóreas, que entiendo favorecerían el mantenimiento de los ecosistemas por su influencia en el mismo, y la variedad de los mismos, bosques, pastizales, campos de cultivo, según proceda, evitarían el deterioro y desertización de nuestras montañas y campos.
Por tanto propongo un proyecto LIFE para nuestros bosques y su repoblación con las especies autóctonas que nuestros especialistas medioambientales propongan, pudiendo iniciarse por los montes públicos o en poder de las administraciones, a los lugares protegidos existentes (Muela, Calblanque, ...) y al resto mediante convenios con los propietarios.
Si el tema Geológico o el Garbancillo no te motivan para darte una vuelta por estos cabezos, también podrás ver:
Arquitectura tradicional: en el recorrido podrás observar diferentes poblaciones y casas agrícolas y/o ganaderas, contando mayoritariamente de la arquitectura tradicional adaptada a los usos y climas propios del lugar. Son construcciones con gruesos muros de carga y pequeñas ventanas, recubrimientos de yeso o cal en fachadas y paramentos, uso de teja árabe, con establos para los caballos y el ganado, y pozos o aljibes anexos. Era frecuente que los tejados presentaran bajo la teja materiales como cañizos o tablas de madera, apoyados sobre vigas de madera que solían ser troncos.
Paisajes desde las cumbres: Desde los tramos más altos podremos observar una amplia perspectiva visual, desde el Campo de Fuente Álamo y Valle de Guadalentín hasta la ciudad y Campo de Cartagena, así como la inmensa mayoría de las cumbres de los espacios protegidos del Roldan, Muela y Cabo Tiñoso (incluyendo Peñas Blancas) y de Los Cabezos del Pericón. Tendremos a nuestros pies las diputaciones cartageneras de Camponubla, Perin, La Magdalena o La Aljorra.
Cultivos: muchas y repetidas veces hablo de la necesidad de reforestar nuestros montes y durante mucho tiempo en las zonas más accesibles estos lo fueron por parte de los habitantes de las zonas aledañas con especies autóctonas como son el Algarrobo y el Almendro. Desde estos cabezos, sobre todo en invierno, tendrás el espectáculo de la floración del Almendro. Ambos son un elemento de referencia de nuestro paisaje y han sido una importante fuente de ingresos, aunque hoy día estos han dejado de serlo para convertirse en complementarios. De ahí la necesidad de su incentivo y promoción para que no se abandonen.
En estos cultivos se pretendía aprovechar al máximo los recursos naturales, tanto de la cubierta vegetal como los hídricos, por lo que se realizaban terrazas, ganando terreno al monte, con piedras del entorno, muchas de ellas volcánicas de estos cabezos.
El Azufaifo. A parte del famoso garbancillo, los cabezos del Pericón han obtenido su protección fundamentalmente por la presencia de este arbusto caracterizado por su singularidad en Europa, incluyéndose en la Directiva Hábitat en la categoría de prioritario. Algunas poblaciones de azufaifo se encuentran en la Rambla del Saladillo y en la de los Cañavates por lo que pasa esta ruta.
Fauna: Zona de liebres y conejos, sobre todo en ramblas y de aves como la codorniz y el vencejo, cuidas y mimadas por los propietarios que alimentan con bebederos y comederos, aunque luego las maten y se las coman. Consultar por tanto las épocas de veda para ir, ya que no hace mucho tiempo me echaron los cazadores de un monte próximo por estar matando animales en ese momento, supongo que molestos por mi presencia al ahuyentarles las presas mas que velando por mis seguridad.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Una nueva ruta para iniciarse en el senderismo con algo de desnivel, fácil y corta pero con la única dificultad de no tener señalización y desarrollarse por senderos de cazadores algo perdidos sobre todo en las zonas más altas, en las que se debe extremar la precaución con las piedras sueltas, sobre todo bajando. Ideal para estar tardes veraniegas, una vez que baja la intensidad del sol, aunque la sequedad del paisaje anima más a venir a principios de la primavera.
Desde los Cañavates atravesamos campos de cultivo por los márgenes para llegar a Los Bullas, donde cogemos un camino dirección norte que se dirige a una casa en lo alto de un cerro muy característico. Llegados al collado giramos a la izquierda para comenzar a subir el Collado Blanco por un camino abierto para la instalación de la torre de alta tensión que lo preside. Desde esta atacamos la cumbre por donde nos parezca más accesible, yo lo hice por su lado izquierdo.
Seguimos la arista en dirección norte donde divisamos el Cabezo Negro y los distintos senderos que por la cuerda te acercan a la cumbre. Pelados en cuanto a arbolado, aquí disfrutaran los amantes de los matorrales, que por lo visto hay más de uno, existiendo al margen de los cultivos de las lomas apenas unos pocos ejemplares de acebuches en el sendero de subida.
Para subir a la cumbre del cabezo Negro, giro nuevamente a la izquierda por lo que se me antoja un sendero que me lleva a unos oquedades o cuevas diminutas que deben ser refugios de animales. Desde este punto la subida es muy sencilla monte a través. Tras las fotos de rigor y reponer fuerzas deleitándonos con las vistas existentes a 360º a nuestro alrededor, pero sin poder disfrutar de la puesta de sol por encontrarse el cielo aborregado.
Como la bajada en dirección norte al otro Cabezo Blanco para demasiado abrupta y con excesivo desnivel, bajo por donde subí llegando a un campo de cultivo de almendros, lugar donde habita el garbancillo, pero que me he enterado ahora que he visto la información sobre el mismo, volveré en primavera a fotografiarlo y valorar tanta expectación con el endemismo.
Por un camino llego a la base del pequeño Cabezo Blanco, haciendo cumbre casi sin sudar más y bajar a la pista de la Rambla del Saladillo, la cual cojo hasta el collado donde han colocado un poste “life” y nacimiento de esta y de la Rambla de los Cañavates, esta ultima, más cerrada y con más vegetación y fauna, donde las aves se pueden ver a lo lejos y los conejos huyen en todas direcciones de mis pasos. También se unen a este festival de seres vivos los humanos que salen de sus escondites una vez que se ha ocultado el sol y pasean por la Rambla con sus mascotas o sus hijos, o incluso algunos con ambos.
La Rambla llega a los Cañavates para poner fin al paseo vespertino.
Nos vemos en el monte y ¡tengan cuidado ahí fuera!
PRESENTACIÓN DE MIS IMAGENES
DATOS DEL GPS
Hora Inicio: 08/11/2015 18:16
Hora Fin: 08/11/2015 20:37
Distancia recorrida: 5,6km (02:20)
Tiempo en movimiento: 01:29
Velocidad media: 2,4km/h
Vel. en Mov.: 3,8km/h
Velocidad Máxima: 9,6km/h
Altura Mínima: 47m
Altura Máxima: 304m
Velocidad Ascenso: 316m/h
Velocidad Descenso: -295m/h
Ganancia Altitud: 378m
Pérdida Altitud: -308m
Tiempo Ascenso: 01:11
Tiempo Descenso: 01:02
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