Venciendo al Vértigo
(De Escombreras al Gorguel: La Fausilla) 12/1/2013
Hasta hace poco tiempo pensaba que yo no tenia vértigo, sino miedo a las alturas, pero resulta que lo hay que diferenciar son los conceptos de mareo y vértigo. El primero se produce por una causa física (son muy variadas) y en una situación de fuerte desnivel puede ser fatal, sin embargo el vértigo es una fobia, es decir es psicológico y se puede vencer o aminorar. Este error conceptual me lo produjo el hecho de que siendo un adolescente sufrí un mareo por causa desconocida justo cuando estaba mirando al fondo de un profundo barranco, afortunadamente tuve la intuición o suerte de caer al camino y no al vacio. Esto junto con un natural miedo a las alturas me hizo creer que era una cuestión física y que si me exponía a las alturas me mareaba, perdía el control de mi cuerpo y lógicamente podía pasar cualquier cosa, siendo por tanto un gran obstaculo para una de mis principales aficiones: la montaña.
Sin embargo leyendo sobre el tema resulta que es una fobia, que esta en nuestra mente, y que para superarla es necesario exponerse a la misma, pero como todo en la vida, con las dosis justas. Y en ese proceso me encuentro ya que siendo un senderista, ni me gusta ni quiero ser escalador, si es necesario en muchas ocasiones superar ciertos desniveles para continuar el camino, senda o campo a través que nos plantea la ruta.
Todo este rollo lo cuento fundamentalmente para animar a aquellas personas que por las recomendaciones de los convocantes, siempre algo, pero necesariamente exageradas, se quedaron en casa. Yo ya deje escapar hasta dos ocasiones anteriormente por comentarios como "abstenerse personas con vértigo", "no recomendable a personas que no le gusten los precipicios" etc. Con esta ruta podéis probaros ya que el primer gran obstáculo y el que más impresión puede ocasionar (que no el más peligroso tal vez) por las vistas al vacío, esta muy cerca del Gorguel que es el famoso paso del tablón, si lo pasáis estupendo y si no estáis con ánimos, pues habéis hecho una rutilla corta que se puede completar por los alrededores. En todo caso ya sabéis respirar profundo, tranquilidad y no mirar al vacío durante el paso. Nunca ir solo al monte, pero menos por esta ruta solitaria y de difícil acceso.
Y es que esta ruta no se la debe perder ningún senderista por un pequeño problema de vértigo o miedo a las alturas, simplemente por que creo que es el sendero más espectacular que conozco, y sin duda de nuestro litoral, que combina el mar, la montaña y el placer de caminar por un sendero.
Si habéis leído la crónica de la ruta del cabo de agua, en ella se anunciaba una segunda parte hasta el Gorguel, pues aquí esta. Si aquella fue sorprendente por casi todo, en esta hay una cosa que sobresale por encima de todo: el sendero. Nunca en mi vida había realizado tanta fotos a una senda, camino o ruta (como podéis comprobar) y es que en esta ocasión merece la pena ya que, a unos cientos de metros es casi imposible distinguir por donde transcurre el sendero perdido entre rocas y caídas verticales al mar, dando más impresión al verlo en la distancia que cuando uno camina sobre el mismo. La ruta esta perfectamente señalizada y es imposible perderse, aunque si salirse del sendero, al cual se puede regresar con facilidad. Ojo con las espinas (aliagas), que aunque esta muy despejado aun quedan zonas donde se te tiran al pantalón, mochila o lo que pillen, siendo los brazos y piernas su objetivo favorito (no sabia que habia "arbustos carnivoros" por esta zona), por lo tanto pantalon largo y manga larga, aunque sea verano.
En esta ocasión no hizo falta, ya que tuvimos un día primaveral en pleno mes de enero, pero dicen que suelen haber mosquitos, por lo tanto no olvides el spray en la mochila por si acaso. Si el día del Cabo de Agua amaneció con niebla que luego fue despejando, en esta ocasión fue un magnifico y soleado día que intensificó los colores de la naturaleza, azul, marrón, verde, pero bueno mejor que veáis las fotos.
Descripción de la ruta realizada:
En esta ocasión, organizada por el Trote Cochinero, es una ruta lineal, por lo que dejamos unos cuantos coches en el aparcamiento de la entrada del puerto de Escombreras, junto a la térmica, y con el resto nos desplazamos al Gorguel. Bajamos la rambla del Avenque hasta llegar a la playa del Gorguel, para por su lado Oeste comenzar la subida al Cuartel y desde allí coger la senda.
A unos cientos de metros nos topamos con el primer y más famoso obstáculo "el paso del tablón", el cual el peligro que tiene es que una posible caída puede ser fatal por el gran precipicio que se atraviesa, pero dada la existencia de los tablones y de un pasamanos, no tiene riesgo alguno si se pasa con precaución.
Existen a lo largo del sendero no más de media docena de pasos comprometidos, fundamentalmente por la existencia de piedras sueltas provinientes de las caídas de agua de la montaña, que hay que sortear simplemente con precaución, no correr y no ir pendiente del reloj, ya se llegará.
Otro paso curioso es a través de un agujero en la roca, imprescindible hacernos la correspondiente foto. Y así entre bajadas y subidas, y luchando contra los "pinchos pinchantes sangrantes" llegamos al cabo de agua donde reponemos fuerzas. En este tramo del camino hemos podido ver la cumbre de la Morra Alta por su lado sur, divisando en lo alto de sus tajos el hito que la señala.
El regreso lo hacemos visitando la fuente, el horno y su chimenea y las instalaciones militares de Conejos y Aguilones, bajando por la carretera asfaltada al aparcamiento, donde recogemos los coches, donde por cierto casi dejamos tirados a tres personas que se habían retrasado, y nos dirigimos al inicio de la ruta y darnos un merecido homenaje (al cual en esta ocasión no pude asistir) tras más de siete horas por el más interesante sendero de nuestras sierras.
A unos cientos de metros nos topamos con el primer y más famoso obstáculo "el paso del tablón", el cual el peligro que tiene es que una posible caída puede ser fatal por el gran precipicio que se atraviesa, pero dada la existencia de los tablones y de un pasamanos, no tiene riesgo alguno si se pasa con precaución.
Existen a lo largo del sendero no más de media docena de pasos comprometidos, fundamentalmente por la existencia de piedras sueltas provinientes de las caídas de agua de la montaña, que hay que sortear simplemente con precaución, no correr y no ir pendiente del reloj, ya se llegará.
Otro paso curioso es a través de un agujero en la roca, imprescindible hacernos la correspondiente foto. Y así entre bajadas y subidas, y luchando contra los "pinchos pinchantes sangrantes" llegamos al cabo de agua donde reponemos fuerzas. En este tramo del camino hemos podido ver la cumbre de la Morra Alta por su lado sur, divisando en lo alto de sus tajos el hito que la señala.
El regreso lo hacemos visitando la fuente, el horno y su chimenea y las instalaciones militares de Conejos y Aguilones, bajando por la carretera asfaltada al aparcamiento, donde recogemos los coches, donde por cierto casi dejamos tirados a tres personas que se habían retrasado, y nos dirigimos al inicio de la ruta y darnos un merecido homenaje (al cual en esta ocasión no pude asistir) tras más de siete horas por el más interesante sendero de nuestras sierras.
Guiada por: Gerardo y Luis
Km: 14,60
Duración: 7:47
En movimiento: 4:48
Ascensión: 1231 m
Hora Inicio: 8:49.
Hora Final:16:30
Velocidad media: 1,9.
Velocidad maxima 25,3
Velocidad en movimiento: 3 Km/h.
Duración: 7:47
En movimiento: 4:48
Ascensión: 1231 m
Hora Inicio: 8:49.
Hora Final:16:30
Velocidad media: 1,9.
Velocidad maxima 25,3
Velocidad en movimiento: 3 Km/h.
Nos vemos en la próxima
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