Con esta ruta hemos tenido la oportunidad de recorrer la Sierra Minera de Cartagena – La Unión, atravesándola de oeste a este, desde la Brunita a los Blancos, pasando por los lugares más devastados por el capitalismo descontrolado y sin que al día de hoy nadie haya puesto remedio a tan descomunal desastre, tanto en la propia sierra, como en la anegada bahía de Portman o en las poblaciones aledañas sometidas al constante peligro de que las balsas de lodos se rompan y los inunden.
El ultimo golpe mortal sufrido ha sido el incipiente timo, que afortunadamente la policía alemana ha desarticulado, cuando un supuesto empresario venia no solo a recuperar la bahía, sino que con los estériles que iba recuperar, regenerar las cortas, y todo eso con el supuesto beneficio que iba a sacar de las migajas de minerales que se desaprovecharon el siglo pasado. ¿Y todavía se creyeron su viabilidad técnica y económica nuestros políticos y expertos?. A simple vista parecía una tomadura de pelo y vistos los antecedentes del sujeto parece reafirmarse.
Las ultimas noticias hablan de una recuperación parcial de la bahía, hasta la mitad y con lo que se saque la recuperación de alguna de las cortas, todo ello con dinero publico, por lo visto resulta imposible exigir responsabilidades económicas y penales a los antiguos políticos y empresarios que permitieron y ejecutaron esta barbarie con la consabida excusa de los puestos de trabajo, y que jugaron con el futuro de esta zona “pan para hoy, hambre para mañana”, que lleva más de cincuenta años estancada y con su futuro entre fangos.
Y por si fuera poco, para terminar de rematar el expolio de la zona, a un iluminado se le ha ocurrido cargarse el Gorguel con un macro puerto de contenedores condenando definitivamente, si se hace, el futuro desarrollo turístico y medioambiental de la zona, ya que ¿quien va querer disfrutar sus vacaciones o residir con vistas a gigantescos barcos de contenedores, con la consiguiente contaminación visual, de vertidos y de malos olores y humos?. Y ¿por qué no se han tenido en cuenta otras opciones? Como la de realizar el desembarco de los contenedores por el puerto de Escombreras y su traslado vía férrea al deposito situado en el interior del Valle de Escombreras, lugar de imposible recuperación medioambiental, con el consiguiente ahorro en las colosales inversiones que son necesarias para la construcción del nuevo puerto y sus vías de comunicación.
Y aquí no queda todo, por la zona más densamente poblada de arbolado, son continuos los incendios provocados por alguien con espurios intereses y que nuestras sagaces autoridades policiales no son capaces de detener y sancionar, ni los políticos se atreven a prohibir cualquier actuación urbanística en terreno protegido que haya sido incendiado.
La excusa para realizar la ruta era la artística, en busca de los colores mineros, tan irreales e infrecuentes, que se producen cuando el mineral sale a la luz o se somete a procesos químicos al contacto con el agua. Y estos se localizan con mas facilidad en las denominadas cortas, por lo que pudimos hacer un amplio recorrido por la mayoría de las que aun se conservan y para tu información te adjunto un mapa con su denominación y situación actual, salvo error u omisión que espero me corrijas en los comentarios.
Dentro de la minera a cielo abierto, es decir aquellas cuya actividad se realiza en la superficie del terreno, existen cuatro clases: Canteras, Cortas, Descubiertas y Aluviones. De estas la que hemos podido contemplar en la ruta de hoy son las Cortas, explotaciones tridimensionales de yacimientos que evolucionan en profundidad. La morfología típica de una corta es similar a un cono, piramide o cilindro invertido. El arranque del mineral y del estéril se realiza generalmente mediante perforación y voladura. La carga se suele efectuar con palas cargadoras y el transporte mediante volquetes.
La dimensión final de la corta (su profundidad) viene dada por lo que se conoce como ratio: La proporción entre el estéril que hay que excavar con respecto al mineral que se va a explotar. Al aumentar la profundidad de la corta, la ratio aumenta, de manera que los costes de excavación del estéril aumentan, y por tanto los costes crecen.
La Sierra Minera Cartagena – La Unión está constituida por la superposición de tres mantos complejos de material metamórfico que contenía una de las mayores acumulaciones de plomo y zinc de la Península Ibérica. Debido a la presencia de estos y otros minerales (plata, hierro ...) ha sido explotada desde la antigüedad. Los largos siglos de intensa explotación minera han dejado 12 cortas mineras, mas de 3.000 pozos, kilómetros de galerías, y residuos minero-metalúrgicos en superficie, enterrados y sumergidos en la costa, en lo que sin duda es el mayor desastre medioambiental de la región, cuya explotación se autorizó por los gobiernos y sin que hasta el día de la fecha ninguna autoridad publica o empresa privada se haya hecho cargo de la restitución de lo montes salvajemente devastados.
Además de contemplar el desastre ecológico, soportando cierto olor a azufre por algunas zonas de la ruta, también te puede interesar contemplar, a modo de museo in situ, las instalaciones mineras que se usaron para el lavado y transporte del mineral, hoy en estado de ruina las edificaciones y las instalaciones industriales. Así comenzamos visitando el lavadero de la Brunita, continuamos por las instalaciones a pie de extracción de Roberto y finalizamos con la mejor conservada y de diseño más original del Lirio.
Y si eres capaz de abstraerte del entorno, desde la Sierra Minera de La Unión tienes un magnifico mirador de gran parte de las Montañas de Cartagena, las más próximas a la ciudad, las que conforman el Valle de Escombreras y las más protegidas del Parque Regional de Calblanque. Y si te atreves puedes intentar identificar el Machon, la Morra Alta, la Porpuz, Alto Mediano, Cabezo de Don Juan, Cenizas, Cabezo de la Fuente, Ponce....
Por increíble que parezca la naturaleza surge, si se la deja, de los lugares más inverosímiles, y así pudimos ver barrancos cargados de flores de diversos colores (amarillos, rosas, blancos), pinos naciendo de las mismísimas piedras en los Blancos o en las laderas de las cortas o incluso alguno se atrevía entre los estériles. En cuanto a la fauna, dejando aparte las ovejas mineras que deben de ser algún pastor, insectos revolotearon toda la ruta a nuestro alrededor desde mariposas a abejas y libélulas y claro esta no podemos olvidarnos de los mosquitos que con sus picaduras nos hicieron avivar el ritmo, y supongo que vendrán de la zona de vertedero de la cantera Emilia, que no se te olvide el protector.
Y como a mi juicio una ruta por la montaña sin subir a una cumbre es como un jardín sin flores, en esta tienes diversas opciones, la que nosotros hicimos sin duda es la mas atractiva, hacer la cima de la Peña del Águila (389 m) por las vistas desde ella, por el sendero de subida con trepada incluida y por el manto verde que aun conserva por la mitad de la misma que sobrevivió al ultimo incendio. No obstante tienes otras opciones como la del unionense Sancti Espíritus, muy complicada por la instalación de los molinos que tienen vigilantes y te impiden el llegar a la cima, o la del Ponce de fácil ascensión y cubierta por los pinos.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Comenzamos la ruta desplazándonos en el tren de la FEVE hasta el apeadero del Cementerio de La Unión – Esperanza para dirigirnos hasta la BRUNITA, visitar las instalaciones de su lavadero y sobre todo sus lagos, uno de grandes dimensiones, fácilmente identificable desde las imágenes del satélite, otro más pequeño pero donde el color rojo del hierro se torna con más fuerza, aparentando ser sangre, y un pequeño charco que con las lluvias también se suma al conjunto. Existen dos Cortas con la denominación Brunita, esta y la oeste que no visitamos por encontrarse vacía y parcialmente recubierta de estériles y por tanto menos interesante para nuestro objetivo de buscar colores mineros.
Cruzamos y atravesamos la antigua Corta ELOY, hoy casi totalmente cubierta por los estériles de la propia Brunita hasta el punto que la carretera pasa por encima de ella. Al finalizar la subida del sendero parcialmente señalizado con piedras, podemos divisar los tonos rojizos de la tierra en forma de cortados y barrancos en contraste con los verdes de los árboles y matorrales que a su alrededor han crecido y que son una constante a lo largo del valle hasta llegar a Portman, fruto del agua que corre y mana por esta Sierra.
Este es el color que predomina en las Cortas que a lo lejos y desde lo alto podemos divisar como son SAN JOSÉ y GLORIA y por la que atravesamos GLORIA ESTE, fruto del color de los minerales que se extraían. Cruzamos el acondicionado camino del 33 que une La Unión con Portman y que hace referencia al año en que fue construido para llegar a las viejas instalaciones Roberto.
Continuamos la ruta por sendas mineras que nos dan la oportunidad de ver dos nuevas Cortas donde también predominan el gris, SAN VALENTÍN y TOMASA, aunque esta ultima tiene un poco de agua en su fondo que junto con las cañas le dan una tonalidad amarilla, añadiendo variedad a este espacio multicolor.
Tras una bajada por terreras mineras pero asentadas por las presencia de arbolado llegamos al collado de la Peña del Águila, desde donde iniciamos su ascenso por el sendero que ha quedado marcado como limite hasta donde llegó el fuego, y donde podemos observar los muertos causados por el incendio, tumbados y con sus raíces y ramas al aire (D.E.P.). Si giramos nuestra vista al norte ya podemos ver el bosque más grande que cuentan nuestras montañas y que se extiende hasta las laderas de Cenizas y Atamaria. Un nuevo color para nuestra paleta, el verde intenso y limpio de los pinos carrascos, fruto de las ultimas lluvias.
Comemos bajo este manto verde, pero en un lugar ventilado con la finalidad de librarnos de los molestos mosquitos que se han unido a la ruta sin inscribirse, sin ser socios, sin estar federados, vamos que son unos “chupa sangres”. Aunque estamos en el Collado de los Mosquitos, no podíamos esperar que no vinieran los anfitriones a recibirnos.
En este punto algunos compañeros nos abandonan al tener su vista saciada de tantos colores y porque les esperan en casa para comer.
Desde el collado cogemos la pista que nos lleva hasta la corta LOS BLANCOS III, lugar donde predomina, como su propio nombre indica, el color blanco de las rocas y donde se puede apreciar la grandiosidad de la misma por la existencia en el fondo de la misma de una excavadora que se nos antoja de juguete, así como por su longitud de la misma llegando a las proximidades del Llano del Beal.
Visitamos el curioso lavadero del Lirio, donde la estructura de la construcción aún sigue en pie y dado que todas están instalaciones están protegidas formalmente en los papeles espero que se tomen las medidas para su protección, puesta en valor, recuperación y accesibilidad.
A este respecto he leído un informe demoledor sobre la peligrosidad de la Sierra Minera en cuanto al estado del mantenimiento y protección de los pozos mineros, la accesibilidad a los terraplenes, lechos fangosos y túneles, y demás peligros que por doquier surgen en este inhóspito territorio y que termina inculpando a la Administración y concretamente a la Dirección General de Minas como órgano que debe de velar por la seguridad de estos espacios, requiriendo a los propietarios para que tomen medidas de seguridad. Como esto es España, y un rincón de la misma que solo toma relevancia ante las desgracias, cuando ocurra algún accidente, como por ejemplo que algún grupo de niños en sus aventuras infantiles caiga o se sumerja en estos lagos ácidos, entonces tomaran medidas y buscaran responsables. A nosotros nos viene bien como esta, ya que seguro que empiezan cortando los accesos y prohibiendo el paso en lugar de restaurar, acondicionar y proteger.
Atravesamos LOS BLANCOS I sin percatarnos dado su relleno parcial, lugar donde otros compañeros también se despiden dado que por la noche tienen la Cena del club y quieren quitarse el lodo del cuerpo con esmero, el resto, los “inconscientes”, bajamos al lago verde formado en la corta LOS BLANCOS II. Después de casi veinte kilómetros había que hacer el ultimo esfuerzo y como siempre el más delicado, un paso que el guía denomino “Hillari”, supongo que en honor del alpinista que subió al Everest, y aunque se pasaba con facilidad si te echan una mano para impulsarte, lo cierto es que una caída podía tener muy serias consecuencias por el desnivel existente y las rocas afiladas del fondo del barranco. Supongo que el que paso fue para darle emoción a la ruta, ya que después subimos por una torrentera por la que podíamos haber bajado aunque fuera a cuatro patas. No recomiendo bajo ningún concepto que nadie baje aquí salvo que tengas un gran soltura en desniveles o vayas suficientemente preparado.
Curiosamente en los Blancos volvió a brillar en nuestra retina el verde, color que toma el agua en su estancamiento en la corta, aunque con una gama de colores cambiantes al entrar en contacto con el liquido los últimos rayos del atardecer.
Para terminar, este color poco minero, presidió toda la ruta en el cielo, en un día mas que otoñal primaveral, tanto por la ausencia de nubes como por la temperatura. Así mismo también estuvo presente en el horizonte ya que las vistas del Mar Menor y del Mar Mediterráneo son excelsas, incluidos los principales hitos que lo delimitan, sus islas, Cabo de Palos o el volcán del Carmolí.
Nos vemos en el monte, y ¡tengan cuidado ahí fuera!
PRESENTACION DE IMAGENES
DATOS DEL GPS
Hora Inicio: 11/15/2014 09:21Hora Fin: 11/15/2014 17:28
Distancia recorrida: 19,1 km (08:06)
Tiempo en movimiento: 04:25
Velocidad media: 2,4 km/h
Vel. en Mov.: 4,3 km/h
Velocidad Máxima: 45,2 km/h
Altura Mínima: -47 m
Altura Máxima: 328 m
Velocidad Ascenso: 195,3 m/h
Velocidad Descenso: -256,5 m/h
Ganancia Altitud: 783 m
Pérdida Altitud: -822 m
Tiempo Ascenso: 04:00
Tiempo Descenso: 03:12
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