Musica recomendada
Jacobo "Amo a Cartagena"
Un verano más acudo a una de las citas de Gerardo y su Trote Cochinero con la luna llena estival y su clásica ascensión a San Julián. En esta ocasión tenía la particularidad de realizar la subida por el Cerro de San Juan y continuar por la arista minera para llegar a las proximidades del cimero castillo.
Aunque ya había realizado esta ruta anteriormente el hecho de realizarla al atardecer me llamo especialmente la atención y tengo que recomendar fervorosamente, nunca mejor dicho, los atardeceres que desde esta montaña se tienen de Cartagena. A este respecto, el párroco de Santa Lucia, Sebastián Chico, manifestaba, "un cartagenero nunca lo es del todo hasta que no sube aquí y contempla las vistas de la ciudad; el mar, el campo, la ciudad y el área industrial". Así que ya saben los cartageneros de boquilla, que se pongann las botas y hagan el vía crucis, o no entraran en el cielo cantonal.
Y ya que subimos al Cerro de San Juan, vamos a conocer un poco de su historia. El nombre le viene de la concesión que el Rey Alfonso X hizo en mayo de 1256 a la Orden de la Fuente Santa de San Agustín para fundar un monasterio bajo advocación de San Juan. Influencia que llego a todo este paraje, y justo la montaña que se encuentra enfrente se denomina Cabezo de San Juan.
Y fue esta orden religiosa la que instauró el rito religioso del Vía Crucis que nació en Italia y se extendió por todo el mundo, consistente en recrear los Pasos o Estaciones que siguió Jesucristo hasta su crucifixión en la cima del monte Gólgota, llegando incluso los teólogos a buscar los parajes más parecidos con el original para establecer las paradas penitenciales y ser objeto de culto. Por tanto nuestro Calvario fue elegido por dicha orden monacal por su parecido con el “Monte de la Calavera” de Jerusalén, que es su significado traducido del latín (Calvario) o del arameo (Gólgota) y que según cuenta la tradición fue el lugar donde está enterrado el cráneo de Adán, aunque para creerse esto hay que serlo mucho.
En su cima se instaló una gran cruz desde por lo menos el siglo XVII, según cuenta la tradición y fue esta la que le comenzó a denominarlo Calvario, nombre con la que popularmente y oficialmente se conoce, pasando casi a desaparecer como Cerro de San Juan. Esta gran cruz desapareció y en su lugar se instalaron tres cruces de hierro junto a la Ermita. En el año 2009 ante el auge popular de la Romería la empresa TAMAR, desgraciadamente en mala situación por la crisis, instaló de nuevo una gran cruz de Hierro, junto con otras mejoras del entorno, como jardines, pavimento y subida de agua potable desde Escombreras. Espero que se continúe con el engalanamiento de la zona y sirva de punto de inicio de la reforestación de la zona, ya que a los penitentes no les vendría nada mal un poco de sombra en la empinada subida.
En cuanto a la ermita su construcción fue iniciativa de un ermitaño, D. Tomás Aparicio que habitaba una cueva del monte, la cual financió con las limosnas que recibía, obteniendo autorización para la misma el 3 de agosto de 1777 donde se veneraba una imagen de la Soledad de María y se realizaba el Vía Crucis, habiendo documentado los historiadores romerías en el año 1783. En el transcurso del mismo se hacían plegarias como para que trajera la lluvia, tan escasa por estos lares.
Durante el siglo XIX sufrió durante muchos años el abandono llegándose a la ruina tanto de la ermita como de las estaciones penitenciales llegando a su destrucción al menos en dos ocasiones, en la noche del 31 de diciembre de 1873, con motivo de las revueltas cantonales y durante la guerra civil, periodo en que se suspendieron las romerías desde 1936 a 1942. Ese año ermita y tallas fueron reconstruidas, la imagen de la Virgen es obra del escultor Sánchez Lozano, restaurada en el año 1995 por su discípulo Juan José Quiros.
Actualmente se siguen realizando romerías por la hermandad de Ntra. Señora de la Soledad del monte Calvario y Santo Sepulcro, el domingo antes del 25 de marzo, la imagen de la Soledad es bajada a hombros hasta el barrio de Santa Lucía, en la Parroquia de Santiago Apóstol. El viernes se realiza un Vía Crucis por las calles de Santa Lucía y tras estos actos de culto se vuelve a subir el domingo en romería hasta su sede, donde permanece el resto del año. Manteniendo la tradición, el sábado anterior a la romería, se enciende una gran hoguera al lado de la ermita, la cual sirve para avisar a toda la población cartagenera y su campo que al día siguiente es la subida de la Virgen al monte. Los primeros Domingos de cada mes, a las 12'30 horas, se celebra una eucaristía en la ermita, excepto los meses de junio a septiembre.
Y ya que el motivo principal de este ruta es subir al Monte de San Julián, este también tuvo su particular festividad religiosa existiendo la tradición de realizar una romería al mismo el día 7 de enero, donde por lo visto existía una ermita y un manantial con propiedades benefactoras para aliviar los dolores de reuma y riñón. Dicha tradición termino a principios del siglo XIX ante la negativa del dueño a seguir facilitando el acceso al agua.
Y de lo religioso pasamos a lo militar, el Castillo de San Julián es uno de las instalaciones mejor conservadas de todas las que tenemos en nuestra costa, con unas vistas inmejorables de nuestro litoral más cercano pudiendo divisarse desde Cabo Tiñoso al oeste, hasta la Sierra de la Fausilla presidida por la Morra Alta al este y todo el inmenso Campo de Cartagena al Sur. Sin duda una de las mejores vistas del puerto y la ciudad de Cartagena, bien nocturna como ha sido nuestro caso o a cualquier hora del día. Aunque te recomiendo su subida a pie, existe una carretera, en mal estado pero accesible a la mayoría de los vehículos si quieres visitarlo acompañado de personas con problemas de movilidad o de niños pequeños que disfrutaran mucho recorriendo el castillo. Ojo no está adaptado para tal fin, por lo que los peligros para los mismos son incontables por lo que deberás tener mucha precaución, así como por el estado de ruina de ciertas partes. Como siempre una pena que Administración y Propietario no lleguen a un acuerdo para facilitar la restauración y puesta en valor del castillo, la reforestación del monte y así tener un lugar más como atractivo turístico, que lo tiene y mucho, ya que a su valor histórico hay que añadir su valor medioambiental y paisajístico, sin olvidar los usos y costumbres que se desarrollaron en su entorno en forma de romerías o actividades mineras en la minas próximas.
Con anterioridad a su fortificación la cima de San Julián había demostrado ser una posición estratégica para la defensa de Cartagena cuando durante la breve ocupación austracista de la ciudad por el almirante John Leake en el marco de la Guerra de Sucesión Española (1706), los ingleses construyeron en la montaña una torre cilíndrica.
Se construyó el Castillo alrededor de la torre inglesa, durante los años 1861 a 1883, siendo su función la protección del puerto. A lo largo de su historia destacan dos acontecimientos relevantes: su toma por Antoñete Gálvez el 10/01/1886 en la sublevación republicana dando muerte al gobernador militar Luis Fajardo cuando se acercó a negociar y la explosión accidental de su polvorín el 20/5/1898 que ocasiono la muerte de diez soldados. Actualmente es propiedad de la multinacional Telefónica, la cual tiene instaladas diferentes antenas en el interior del mismo, por compra al Ministerio de Defensa, lástima que en dicho proceso no se tuvieran en cuenta los interés de los ciudadanos de Cartagena, exigiendo a la compradora la puesta en valor del inmueble, la mejora de los accesos y la repoblación del monte, con la creación de miradores hacia la ciudad.
Para saber más del castillo te enlazo a la página de AFORCA. ENLACE
DESCRICPICIÓN DE LA RUTA
Desde el tradicional aparcamiento en Santa Lucia, junto al vetusto restaurante de los Techos Bajos, iniciamos la ruta en una tórrida tarde del verano más caluroso de la historia, así los estadísticos dicen que hemos batido todos los record en cuanto a temperaturas máximas de las mínimas diarias, vamos que no nos daba respiro el calor ni por las noches.
Por la trama urbana nos dirigimos hacia Lo Campano, pasamos por la puerta del cementerio de Santa Lucia, lugar al que si vas con tiempo te recomiendo una detenida visita por sus monumentales obras funerarias y visitar las tumbas de ilustres cartageneros. Finalmente nos encontramos con la primera estación penitencial junto al asfalto, el cual abandonamos para subir por el sendero procesional.
Con el calor la cuesta se hace aun más sufrida, no obstante las vistas del atardecer sobre la ciudad son espectaculares y van ganando en profundidad conforme vamos ascendiendo. Sin prácticamente darnos cuenta y buscando la anhelada brisa marina llegamos al recinto de culto religioso presidido por una enorme cruz metálica y la ermita. Sin embargo son las excesivamente iluminadas industrias del valle de Escombreras y principalmente la refinería de Repsol las que acaparan en un primer momento nuestra atención, para después contemplar el ocaso del sol con la ciudad de primer plano.
Continuamos por el sendero que recorre esta arista que une las dos montañas: Cerro de San Juan o Calvario y San Julián. Sin pérdida posible y fácilmente transitable se debe no obstante tener mucha precaución con los desniveles, sobre todo a estas horas donde el sol desaparece y la luna todavía no da de sí para iluminar el camino, con los precipicios y sobre todo con las instalaciones mineras abandonadas y alguna de ellas no protegidas debidamente.
El sendero finaliza en la carretera que sube al castillo de San Julián y a escaso metros nos encontramos con su puerta de acceso apuntalada para evitar su derrumbe. Magnificas vistas del Puerto de Escombreras con miles de luces de las fábricas allí instaladas y de los buques que cargan y descargan materiales sin cesar. Y al otro lado la bahía de Cartagena iluminada igualmente por el alumbrado publico hasta perderse la vista en la oscuridad de Cabo Tiñoso solo iluminado por el faro y por la luna.
Algunos aprovechan el castillo para cenar y mientras otros (Fernando y yo) nos dedicamos a la fotografía y aunque los vigilaba de reojo en un momento dado oímos voces bajo nuestros pies, se han ido sin nosotros. Recogemos trípodes y cámaras, le damos la vuelta al castillo en busca del grupo y al no encontrarlo decidimos seguir tranquilamente a nuestro ritmo.
Bajamos por el sendero a la pista, en la cual la noche nos confunde y nos equivocamos de sentido, pero finalmente llegamos a Cala Cortina, donde a la orilla del mar damos cuenta de unos tanques de refrigerante, para en animada conversación llegar por el recién inaugurado sendero al punto de partida sin tener como otrora que pisar el asfalto con el consiguiente peligro. No es que hagan mucho por nuestras montañas pero este sendero era imprescindible por la peligrosidad que suponía para los bañistas ir por el asfalto y por tanto hay que festejarlo y felicitarnos. Así mismo dice nuestro nuevo edil que está pensando en hacer otro igual para ir al faro de Navidad, animo, a ver cuando lo pisamos.
Nos vemos en el monte, y tengan cuidado ahí fuera
Fecha: 28/07/2015
Organizada por:
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PRESENTACIÓN DE MIS IMAGENES
DATOS DEL GPS
DATOS DEL GPS
Hora Inicio: 07/28/2015 20:29
Hora Fin: 07/29/2015 00:50
Distancia recorrida: 11,1km (04:21)
Tiempo en movimiento: 02:26
Velocidad media: 5,5km/h
Vel. en Mov.: 9,9km/h
Velocidad Máxima: 105,3km/h
Altura Mínima: -71m
Altura Máxima: 245m
Velocidad Ascenso: 269,6m/h
Velocidad Descenso: -219,6m/h
Ganancia Altitud: 487m
Pérdida Altitud: -452m
Tiempo Ascenso: 01:48
Tiempo Descenso: 02:03
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