Socovos es una localidad cuyo termino municipal, se encuadra en la provincia de Albacete dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha. Por el sur limita con la Región de Murcia (municipio de Moratalla), por el norte con el municipio de Férez. Al oeste limita con el municipio de Letur, y por el noreste con el término municipal de Hellín. Dada su proximidad a la Región en el pasado tuvo un gran relación de estos territorios y que pertenecieron al antiguo Reino de Murcia, pasando a ser dominio de la Corona de Castilla en virtud del Tratado de Alcaraz en 1243, de mano de Alfonso X.
Su economía se fundamenta en la agricultura y la ganadería fruto de las montañas que los rodean de naturaleza caliza que sirven de acumuladores de agua para dichas actividades, estando cubiertas de una gran capa forestal, la cual también es objeto de explotación económica para la obtención de madera. Y son precisamente parte de estos calares los que vamos a recorrer en esta ruta, concretamente los de Mazuza, Incol y Cerezo situados al suroeste de la población y a una distancia de entre 3 y 10 km. Sus cimas se encuentran situadas en el Cerro de Las Colmenas a 1249 m, (Calar de Mazuza), 1308 m el punto más alto del Calar de Incol y 1296 m en el punto geodésico del calar del Cerezo.
En tu visita a Socovos te puede interesar visitar:
Pinturas rupestres Solana del Molinico.
Pertenecientes al llamado Arte esquemático (6.500-3.200 años antes del presente), un estilo que fundamenta su iconografía en la abstracción testimonios de los grupos neolíticos, semejantes a los que se encuentran en Alpera, Letur o Nerpio, y puede calificarse este santuario como el más importante del área meridional de Albacete. Declarado desde 1998 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO bajo el nombre administrativo convencional de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica
Castillo de La Encomienda
La construcción del castillo se remonta al siglo XII. Fue reformado en tiempos de Felipe II, pero, tras el fin de la Reconquista, la fortaleza perdió relevancia. Esta es la única fortaleza que conserva, junto con la de Jorquera, las murallas almohades originales, bien construidas por la importancia de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en esta zona.
El castillo permite, además, apreciar en toda su magnitud el carácter defensivo medieval de los poblados que se desarrollaban en el interior de las murallas. Las murallas almenadas, junto con sus torres cuadradas, cierran un interesante recinto, en cuyo centro, elevado, se conservan los restos de la iglesia, la torre del homenaje, el aljibe para recoger el agua de lluvia, e incluso la mazmorra. Originalmente la población se situaba en este alto, aunque una vez alejado el peligro fronterizo de los reinos musulmanes, se trasladó al valle.
Iglesia de la Asunción.
Conocida como “Iglesia de abajo”.Compuesta por una sola nave de forma rectangular con cubierta de madera mudéjar y coro a los pies con balaustrada de madera. La licencia para la construcción fue pedida por el Concejo a Felipe II. En el exterior destaca la fachada en la que aparece la fecha de 1590, motivos alusivos a Santiago, la Cruz de la Orden y dos conchas de peregrino. La torre fue levantada en el año 1657.
Noguera del Arco.
La Noguera del Arco es un nogal de una edad estimada de ochocientos años, declarado "árbol singular" en 2003. Algunos especialistas aseguran que se remonta a la época musulmana y que está entre los nogales más añosos de Europa, si no es el más antiguo. Lamentablemente se ha secado estando situada junto a otra que si goza de buena salud. Los lugareños lo achacan al entubamiento de las acequias y la falta de riego posterior, aunque tal vez solo fue cuestión de edad, ya que junto a ella vive vigorosamente otro nogal joven.
La principal sensación que me produjo el recorrer estos espacios fue la de brevedad a pesar las casi ocho horas, se me paso el día tan rápido que casi no tuve tiempo de recrearme en los diferentes paisajes por los que transitábamos. Esto supongo que se debió a diversos factores, pero el principal creo que fue el salirme de la rutina, no es lo mismo caminar despreocupado, ensimismado en busca del mejor encuadre para mi fotografías de paisajes, o administrando las fuerzas en las zonas más exigentes que tener que ir en todo momento pendiente del camino y del GPS para seguir la ruta planteada. Lógicamente la responsabilidad de llevar, aunque fueran pocos, a personas bajo tu capacidad de orientación hace que vivas el día más intensamente y por lo tanto que pase más deprisa. Así fue que cuando finalmente bajamos del ultimo calar y encontramos una senda que no sabia que existía y que nos llevaba hasta los caminos próximos, me relajé y sentí que se estaba pasando demasiado rápido el día, afortunadamente era una previa y pronto podré volver a saborear mejor la ruta.
Fruto de esa relajación y del calor que llevaba fue el baño-ducha que me di en la rotura de una canalización de agua del calar que formaba un chorro vertical de agua que me llamaba y que sirvió para regresar como nuevo hasta el punto final.
A pesar de ser una ruta asequible para un senderista habituado a realizar rutas de esta distancia y desnivel hay un factor de dificultad que debes valorar si desear aproximarte a estos calares: la ausencia de sendero. Incluso viendo las imágenes por satélite no te puedes hacer idea de lo cerrado por vegetación que se encuentran algunas zonas de estos calares, sin senderos, salvo los pasos de cazadores y jabalís que a veces se aprecian pero que no suelen tener continuidad. Especialmente agreste resulta recorrer el Calar de Mazuza. En cuanto al de Incol, más abierto y con más restos de sendas también debes de estar atento a tu rumbo y si vas en grupo a no despistarte del grupo. El Cerezo sin embargo es más asequible contando con camino y sendero en casi todo su recorrido y su dificultad la encontramos en su bajada a través del cauce seco de un arroyo donde debes de extremar la precaución para evitar caídas, no obstante a media bajada aparece un sendero que te lleva hasta el Camino del Calar, con una pronunciada pendiente.
Prueba de lo cerrado que puede llegar a resultar el bosque en estos calares fue cuando regresamos de hacer la cumbre del Calar de Mazuza y nos dirigíamos a buscar de nuevo el camino que nos llevará hasta el Calar de Incol. Iba tan pendiente de encontrar el paso más accesible entre los matorrales y el espeso bosque de pinos y de buscar en el GPS la ruta, que estando apenas a cinco metros del mismo no se veía en absoluto y cuando por fin salgo al mismo miro hacia atrás y no veo a ninguno de mis compañeros de ruta. Lógicamente no hay cobertura, ni llevamos walkis, por lo que solo queda el tradicional método de comunicación del voceo, pero el monte me devuelve un silencio que viene a decir “la persona a la que llama no esta disponible en este momento o se encuentra fuera de cobertura”. Ante la incertidumbre de haber perdido en el frondoso bosque a mis tres únicos acompañantes decido recorrer el camino hacia abajo mientras sigo llamándolos, hasta que al final oigo sus voces y entre la espesura comienzan a atisbarse sus cabezas. Un pequeño despiste entre personas experimentadas en montaña por lo que mucha precaución en estos bosques con personas más inexpertas, sobre todo porque en las proximidades se encuentra el “barranco del infierno”, que en otra ruta recorreremos, y cuyo nombre prueba de lo adverso que pueden llegar a ser estos territorios solitarios.
Además de los alicientes turísticos de Socovos en la ruta tenemos otros hitos que pueden ser de tu interés:
Árboles Monumentales: A pesar de que ha fallecido la joya de la Corona “La Noguera del Arco” de Socovos, esta ruta y estos territorios son prolijos en árboles monumentales. En el Cortijo de Madroño de la Umbria de inicio de la ruta tendremos la oportunidad de ver dos especimenes de impresionante porte, uno de pino y otro de encina. Así mismo en el entorno de las ruinas del castillo de Priego existe o existía un olivo de gran antigüedad del cual no me percaté, pero puedes buscarlo.
Castillo de Priego: Aunque ahora mismo son unas ruinas sobre un pequeño cerro elevado al pie del calar de Incol, son restos evidentes de nuestra historia y como tal se merecen nuestra contemplación y conocimiento. Se trataba de un pequeño recinto fortificado de planta rectangular construido a base de muros de tapial y flanqueado por seis torres. El conjunto defensivo de la zona se completaba con el Torreón o cortijo murado de Benizar y el Castillo de Socovos.
En cuando al topónimo la diferencia en Pliego y Priego, solo es la sustitución de la “r” por la “l” según la forma culta y que resultaba más común. Los investigadores centrados en el origen del Priego de Córdoba, han llegado a la conclusión de que se trata de un gentilicio de las personas que se asentaron en estos territorios procedentes de Cuenca, donde existe otro Priego.
La cerámica hallada data el poblamiento musulmán a partir de los siglos XI y XII. Y la primera noticia documentada aparece en la confirmación de la donación de Segura a la Orden de Santiago por el Infante D. Alfonso en 1243. Esta convulsa época fue el origen defensivo del Castillo, habiéndose alineado Moratalla a los mudéjares sublevados en 1264 y siendo perseguidos Cristianos hasta su despoblamiento, los campos eran quemados y el ganado capturado. En 1352 Pedro I ordena que se pueblen los lugares de Caravaca y Cehegin y coloque guarniciones en sus castillos y en 1386 la Santa Sede concede la facultad de poder elegir confesor que absolviese in articulo mortis a cualquier cristiano que, por espacio de tres años contribuyese a defender los lugares de Segura, Yeste, Caravaca, Socovos, Moratalla, Priego o Benizar.
De los restos encontrados destaca una inscripción funeraria aunque no se localizó la tumba ni los restos, y decía “Murió, Ala se apiade de él, haga brillar su rostro y santifique su espíritu, miércoles 6 de julio de 1132.”
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Enlace al Punto de Inicio. La ruta comienza en el Cortijo del Madroño de la Umbría situado en la carretera que une Socovos con Mazuza. Para evitar el transito peligroso y aburrido por carretera realizamos unos pocos kilómetros entre bosques y campos de cultivos de almendros. En esta zona nos advierte un apicultor con su correspondiente traje que no nos aproximemos a un bosque cercano por la presencia de gran cantidad de colmenas, por lo tanto conviene seguir escrupulosamente el track en este tramo o seguir por la carretera. Nuestra travesía se acaba al llegar a un camino con orientación sur-norte que rodea unos amplios bancales. Seguimos dirección norte el mismo y nos lleva hasta el Castillo de Priego. Rodeado de campos de cereales hay que extremar el cuidado de no pisar el mismo si se quiere acceder a sus ruinas.
La pista se adentra en el Barranco de los Corrales de Priego y en un tendido desnivel te sube hasta la base misma de los calares de Mazuza e Incol. Si deseas puedes seguir el track y visitar el primero pero no existe sendero y el desplazamiento entre matorrales se hace bastante penoso, igualmente ojo con los jabalís, además de los restos de su presencia en esta ocasión pude oírlos ocultos entre la vegetación. Seguimos el camino hasta que en un llano finaliza y se convierte en sendero. Al oeste bajamos al Barranco del infierno, cosa que haremos en otra ocasión para llegar hasta Letur y seguimos dirección norte por sendero muy perdido hasta convertirse en campo a través.
Atravesamos el Calar de Incol y bajamos del mismo, habiendo pasado por su cumbre sin darnos cuenta ya que no tiene ninguna identificación y ser una meseta. A continuación bajamos a una cota de 1284 m. punto donde dirigiéndote al sureste puedes hacer la cumbre del Cerrillo de la Cueva de los Yegueros (1282 m) y ver sus impresionantes cortados.
A tu izquierda comenzaras a ver una pista que se dirige a una torre de vigilancia, por lo que puedes bajar en cuanto el terreno te lo permita a la misma o seguir esquivando maleza hasta llegar a un camuflado camino que recorre el Calar del Cerezo de oeste a este. Visitamos su punto geodésico y seguimos hasta el final la pista para por sendero o sin el bajar por un arroyo seco hasta una senda. En este punto nosotros volvimos al punto inicial por caminos que unen los cortijos de Quebradas Altas, Madroño de Miranda, Madroño de Don Juan y Madroño de la Umbría. No obstante si tienes la oportunidad de no hacerla circular puedes seguir el sendero recto que te dejara en el Camino del Calar y este te lleva a Socovos.
Nos vemos proximamente en esta ruta, y ¡tengan cuidado ahí fuera!
PRESENTACIÓN DE MIS IMAGENES
DATOS DEL GPS
Hora Inicio: 05/09/2015 10:03
Hora Fin: 05/09/2015 16:47
Distancia recorrida: 18,8km (06:44)
Tiempo en movimiento: 02:59
Velocidad media: 2,8km/h
Vel. en Mov.: 6,3km/h
Velocidad Máxima: 7,7km/h
Altura Mínima: 703m
Altura Máxima: 1251m
Velocidad Ascenso: 257,4m/h
Velocidad Descenso: -231,4m/h
Ganancia Altitud: 723m
Pérdida Altitud: -750m
Tiempo Ascenso: 02:48
Tiempo Descenso: 03:14
No hay comentarios:
Publicar un comentario