CUMBRES DE CARTAGENA: SENDERISMO
Información sobre las principales montañas del termino municipal de Cartagena, rutas de senderismo y montaña, fotografias, actualidad de las actividadades de los principales grupos excursionistas, ...

Textos e imágenes son propiedad de Cumbres de Cartagen@. Se permite la difusión de los mismos si se enlaza expresamente el contenido de este blog.

Mi primera Sagra: Buff


MI PRIMERA SAGRA, ¡¡¡¡¡¡¡ BUUUUFFFFFF  !!!!



Si la semana pasada estuve en la “cima del mundo”,  ya que estaba tan alto decidí esta semana seguir “camino del cielo”, para llegar al mismo, pero no sabía que para conseguirlo tenía que atravesar “el infierno”.

No quiero asustar a los que no habéis subido nunca a este “pepino” de  montaña (2381 m) y lo tenéis en vuestros proyectos futuros, lo del infierno es una metáfora que me venía al pelo, aunque sí vas a sudar como si en la caldera de Pedro Botero estuvieras. No obstante, tiene que quedar claro que esta ruta y por donde hemos subido, es para personas que tengan habito de subir pendientes y por lo tanto una razonable forma física, no obstante hay otras rutas un poco más livianas para subir a la cima.

Y a modo de ejemplo de lo que cuesta subir, perdí la cuenta de las veces que me paré y dije bufffffff mirando primero hacia arriba por si veía “la línea de meta”, el punto geodésico o simplemente dejar de ver rocas y luego hacia abajo para darme animo viendo todo lo que había subido ya. Y es que más de mil metros  de desnivel en 3 kilómetros suponen una pendiente muy, muy, muy  pronunciada y si alguien tiene duda de lo que digo que se lo pregunten a mis gemelos (dos testigos). A modo de ejemplo, y para los que lo conocéis, sería como subir el Roldan por el zig zag dos o tres veces, por lo tanto esto puede ser una buena preparación para los que queráis poneros a punto para subirla.

Aunque es muy conocida, siempre procuro hacer una preparación informativa previa de los lugares por donde transcurre la ruta, sobre todo cuando es la primera vez que la hago, y la verdad es que la crónicas asustaban y me hacían dudar de mi capacidad física (escasa) para subir este tipo de montañas. No obstante con muchos bufffff, descansos para bajar las pulsaciones y pasico a pasico conseguí el objetivo de poner una muesca más en mi bordón montañero.

Buscando información sobre la toponimia de “La Sagra” no encontré nada específicamente referido a la Sierra de la Sagra, no obstante existen otras zonas con dicha denominación y  proviene del árabe "al-Saqra" que significa "campo cultivado. Esto me supuso una pequeña decepción ya que siempre habia interpretado que La Sagra era un dervidado de la sagrada (los andaluces como nosotros nos comemos letras) de montaña magica, que dada su forma de impresionante mole rocosa tuvo que suponer un lugar de rituales mágicos a los primeros habitantes de la zona y a los encargados de poner nombre en base a los topónimos locales arraigados. Argumento en el que se ratificaba la existencia de diversas ermitas y templos en la zona.  Por tanto, aunque para los montañeros sea una montaña mágica, su nombre es más profano y se refiere a los campos cultivados que rodean la montaña, autentico vergel regado por las aguas de los rios que nacen en sus proximidades.

Por cierto me resultó muy curiosa la información que encontré, (os dejo un enlace), sobre el nacimiento del río Guadalquivir. Esta oficialmente aceptado que dicho río nace en la Sierra de Cazorla, un lugar que muchos hemos visitado y sin ningún atractivo (hasta el nacimiento del Segura tiene mejor presentación), pero en un entorno digno de visitar y recorrer. Pues existe una teoría que dice que el Río Bravatas y su nacimiento debería de considerarse como el verdadero nacimiento del Río Guadalquivir.

“El geógrafo Reclus afirma taxativamente que "el río de la Bética -del que presenta un perfil longitudinal-, tiene su origen en la Sierra de la Sagra", es decir, que el Guadalquivir tiene sus fuentes en la corriente que, por ello, ha de ser la troncal del Guadiana Menor, que surge en las cercanías de tal montaña.”

En el camino de regreso, meditaba como podía titular esta crónica y solo me salía “Mi última Sagra”, pero sonaba demasiado rotundo y los que vamos teniendo una edad eso de decir “último/a” nos suena mal. A día de hoy no creo que vuelva a realizar esta ruta, pero quien sabe, a lo mejor mañana la vuelven a programar y allí estoy yo apuntado el primero. Y es que subir a la cima de La Sagra no tiene ninguno de los valores por lo que yo salgo al monte, salvo el paisajístico, así no puedo recomendártela por tener ríos que recorrer, cataratas que fotografiar, árboles monumentales (salvo el bosque vertical), flora autóctona, fauna o bosques especialmente atractivos, y las vistas desde su cima son muy parecidas a las que podrás observar desde las sierras aledañas mucho más agradables de ascender.

¿Esto supone que no recomiende hacerla? No, claro que no, para todos los que vivimos en este rincón del mapa de España y nos gusta la montaña, es un reto que hay que superar y te animo a subirla, más como una satisfacción personal de haber alcanzado su cima que por cualquier otro motivo. Así cada uno, según sus aptitudes, podrá hacerla por el collado de las víboras, por el embudo, vía pingüino, en primavera o en pleno invierno y con nieve.

Tampoco debemos confundir esta ruta de ascensión a la cima, con el entorno de la Sierra de La Sagra, que si es muy agradable de recorrer y en la que podremos encontrar las impresionantes Sequoias, árboles gigantes, los más altos de Europa, especies como el Buitre Leonado, la Víbora, el águila perdicera, el gato montés, el búho real, la liebre o el jabalí. En épocas de celo y de berrea es un lugar magnífico para disfrutar con los ciervos y cabras monteses, así como rutas por las Sierras próximas (Seca, Taibilla, Castril), todo ello rodeado de ríos que nacen en su entorno (Bravatas, Raiganadas, etc.)

Descripción de la ruta:

Tenemos que desplazarnos a los Collados de la Sagra cerca de la Puebla de Don Fadrique en el N.O. de la provincia de Granada.

Desde aquí nos adentramos en una finca vallada para coger una pista que rápidamente se convierte en sendero, veremos una bifurcación con dos senderos claramente diferenciados uno hacia el collado de las víboras y otro hacia el embudo. Este tramo de unos dos kilómetros supone una lenta pero continua ascensión de aproximadamente doscientos metros de desnivel.

Después de haber calentado la musculatura comienza lo realmente duro y peligroso, pero a la vez muy atractivo: el embudo. Se trata de un paso entre rocas que comienza muy estrecho para pasar entre dos moles rocosas y poco a poco comienza a abrirse, en este tramo habrá que superar unos quinientos metros de desnivel aproximadamente y a parte del fuerte desnivel existen diversos factores de riesgo que tienes que tener en cuenta como son las posibles placas de hielo, la caída de piedras o la propia caída de un compañero que te puede arrastrar, por lo que tienes que mantener las distancias de seguridad. Si tienes vertigo no te preocupes ya que no hay pasos donde se divise el vacio.

No se si he agradecido en los meses que llevo saliendo con el CEX la labor de Cristóbal, pero esta es una buena ocasión de resaltar su buen hacer ya que puso un ritmo suave en este tramo de la ascensión y que parecía que se adaptaba a mis posibilidades físicas, así cada vez que mi pulsometro superaba las 190 pulsaciones resulta que hacia una parada para descansar, fotografiar, tomar algo dulce o simplemente darnos indicaciones sobre lo que había que hacer en caso de caídas de piedras (gritar fuerte PIEDRA, levantar la vista para buscar la piedra y si hay impacto tapar la cara). Y es que en este tramo yo parecía un seiscientos de los que formaban caravanas interminables en los meses de verano en dirección a La Manga (cuando no habia autovía). Dado que la mayoría tenían mucho mejor fondo físico que unos cuantos, supo adaptar el ritmo de subida a estos últimos y solo cuando salimos del embudo se dio el pistoletazo y cada uno subió a su ritmo. Dado que apenas quedaban doscientos duros metros de desnivel me lo tomé con calma para no forzar más y como ya era “autopista” se disolvió la caravana de montañeros.

Estamos en la ante cumbre de La Sagra, a 2299 metros, hace un poco de viento y aunque el día es magnifico, soleado con alguna que otra nube, tenemos que abrigarnos los cuerpos sudorosos. Aprovechamos el descanso para comer. En unas dos horas y media hemos subido mil metros de desnivel y recorrido apenas 3,5 kilómetros.

Continuamos por la cuerda y pisando nieve para llegar al punto geodésico cuadrado de La Sagra (2381 m) y tras las fotos de rigor comenzamos la bajada en dirección SO, primero por una pedrera, divertida de bajar, hasta alcanzar la cota donde empiezan los árboles (pinos laricios), ¡y que árboles!, auténticos monumentos acorde con la montaña donde se encuentran, aquí todo es desmesurado.

Esta zona es el bosque vertical, el propio nombre lo dice todo, es un sendero muy agradable de descender por estar bajo la sombra de los árboles y por un terreno muy blando por la gran materia orgánica que alberga, pero con un gran peligro, la pendiente que te empuja hacia abajo por lo que el más mínimo error puede ser fatal, mucha concentración.

Desgraciadamente un compañero sufrió un pequeño resbalón que le ocasinó una rotura de peroné, no podía andar. De repente las circunstancias de las ruta cambiaron y todo el personal cambio de modo fiesta (haciendo la ola, cantando, diversión montañera) al modo asistencial. Todos sin excepción cooperaron en el rescate del herido. Ante la falta de cobertura móvil, unos fueron rápidamente hacia el autobús para solicitar un coche que lo recogiera, otros se quedaban a modo de hitos humanos para señalizar el sendero y los más esforzados y sacrificados tuvieron que bajarlo, por un sendero con gran inclinación, en volandas (sillita de la reina) hasta llegar a la pista forestal del Collado Blanco.

No es que nadie hiciera nada extraordinario, se hizo lo que se tenia que hacer, pero da gusto comprobar que uno va en las salidas, además de con montañeros experimentados, con buena gente.

Es la primera vez que vivo en persona un incidente de este tipo en la montaña y resulta curioso que coincide cuando el guía nos advirtió que lleváramos un pequeño botiquín en nuestras mochilas, que en el autobús  nos informara que llevaba más de 2 kilos en botiquín y que por primera vez nos acompaña una montañera que era enfermera. “Íbamos tan bien preparados que no podíamos dejar de usar los recursos”.

La ruta programada era circular volviendo por sendero al inicio, pero ante el imprevisto, tranquilamente el grupo bajo por la pista, pasando por los Cortijos de la Umbría, de la Capellania, del Duque y del Patronato, hasta la carretera donde esperamos al autobús, al que ya se habían incorporado el grupo del guía y del herido. ¿Fuimos a un hospital? ¡¡¡No!!!, lo primero es lo primero: cervecita de despedida.

Hasta la próxima, a recuperarse Juanmi, nos vemos en el monte.






Guiada por Cristobal (CEX)
Información previa
Track
Imagenes
Fotografias de Cristobal
Fotografias de Julio Parra



Datos del GPS
Distancia:        14,30 Km
Duración:          7:40 h
Tiempo en mov 3:39 h
Vel. media:        1,9 Km /h
Vel mov.:           3,9 Km/h
Desnivel:           1010 m










2 comentarios:

  1. Mensaje de JuanMI

    Hola compañeros.

    Solo daros mis agradecimientos más sinceros... por vuestra ayuda... palabras y apoyo moral. Informaros que me operan el martes...un cirujano italiano un tal Francesco...de la Virgen de la Caridad.

    Aunque tengo que estar a las 12:30 allí, creo que hasta las 2 o 3 no me operan.... mas luego 3 horicas más... donde me van a poner unas placas metálicas con 7 tornillicos. A partir de ahora seré biónico y tendré cuidado en los aeropuertos sí.

    Espero hablar la próxima vez con muy buenas noticias...

    Muchas gracias

    Juan Mi Miñarro.

    ResponderEliminar
  2. Crónica de Julio Parra

    LA SAGRA, ASCENSO POR EL EMBUDO, DESCENSO POR EL BOSQUE VERTICAL. 2013-04-14, 15.12 Km. 7 Horas, 05 minutos +1.100,7m. -1.110,1m.

    Para un senderista cartagenero, después de haber ascendido prácticamente a la totalidad de picos del litoral, subir a las cumbres más elevadas de Murcia y recorrer, en el coche de San Fernando, toda la provincia por los caminos de la Vera Cruz, desde Cartagena a Caravaca por los ríos Segura y Mula, atravesar Sierra Espuña saliendo de la Milenaria hasta el noroeste, subir desde Águilas y Mazarrón hasta Caravaca por las Tierras Altas de Lorca, bajar desde el Altiplano por Yecla, Jumilla y Calasparra hasta Caravaca, salir desde Abanilla y por Blanca y Archena llegar al Monasterio de La Cruz o desde Albatera y por Orihuela, Mula y Bullas, llegar y recibir el Jubileo, el decir LA SAGRA es hablar en mayúsculas. Es la reválida que cualquier senderista murciano debería de pasar.

    El coronar los 2.383 metros de altitud de LA SAGRA, máxime cuando ésta soporta una cantidad razonable de nieve, es una sensación muy difícil de describir. No dispongo de palabras ni de luz escrita, para explicar las sensaciones que sentí en el día de ayer.

    Se podría hablar de temeridad o de poco responsable que, a mis 12,5 lustros de existencia y con alguna trócola averiada, quisiera acompañar al Cex, mi club de senderismo, a tan arriesgada e imprevisible senda, ya que no se eligió el camino más fácil, se trataba de subir por El Embudo y bajar por el Bosque Vertical. Sin embargo, no desdeñé el despedirme de tan enigmático monte. No sólo el Red Bull te da alas, la ilusión, las ganas, el trabajo, y por qué no, la fe, hacen que puedas conseguir metas insospechadas.

    No fueron baladíes las recomendaciones y cortapisas que puso el club para afrontar el reto. El ascenso por El Embudo no sólo requiere de una buena preparación física, el gran desnivel y los precipicios a superar precisan de una mente clara, de un convencimiento pleno, de un sentir, de un tú a tú con la naturaleza. Me costó, y no poco, que el músculo cardíaco no superara los 157 latidos máximos recomendables para mi edad, pero cuando volvía la cabeza y admiraba el entorno era como entrar en el nirvana, ¡Qué sensación!, ¡Qué liberación!, ¡Qué bienestar!, ¡Qué felicidad! ¡Qué tranquilidad de espíritu!

    La palabra vertical describe el desnivel que soporta el bosque por donde descendimos. Nuestro corazón se relajó, pero los meniscos y ligamentos cruzados trabajaron lo suyo. Más de un cuádriceps, seguro, se encuentra hoy con agujetas, pero sólo mirar las crestas de las sierras y el embalse de San Clemente, minimizaban el esfuerzo realizado.

    No quiero hablar de meteorología, que fue óptima, ni de geografía, que puede buscarse por infinidad de fuentes, ni de aspectos técnicos de la senda, pero sí me gustaría hablar de sentimientos; mi reconocimiento a Inma, por las agallas, por el coraje, permitidme decir por los cojones que le echó y por su lucha contra la adversidad. Destacar la intachable organización de cabeza, centro y cola, llevada a cabo por Cristóbal, Carlos y Sebastián. Nos podía pasar a cualquiera, pero le tocó a él, vaya nuestro ánimo y cariño a Juami y nuestro deseo de rápida recuperación, que permita contar prontamente con su agradable presencia por esos montes de Dios. Qué decir de esos emuladores de portapasos que hicieron de peroné y le ayudaron en el tramo final de la bajada. O de Rosa, que siendo su primer contacto con el club le toco ejercer de enfermera, aunque era su día de ocio.

    Quisiera resaltar que, esto del senderismo no es sólo deporte ni disfrute de la naturaleza; es convivencia con otros seres, aunque éstos no sean tus amigos. En definitiva, es otro acicate más para sentirse orgulloso y con fuerzas para, a pesar de todas las maldades que los medios nos presentan, poder decir, sí yo soy humano.

    Me apunté a esta senda como despedida de esta cumbre, pero han sido tantas las sensaciones que, ¿Sabes lo que te digo, SAGRA?, ¡Que quizá nuevamente te vea el geodésico!

    ResponderEliminar